Comencemos definiendo qué es la depresión, La depresión es la depreciación del sentido de valor, la persona siente que vale menos, que su capacidad de logro es poca frente a la realidad que enfrenta

Pero esto no es gratis, muchas veces no es solo la percepción de la persona, dicha condición responde a situaciones reales a las que la persona está siendo expuesta.

La persona se siente agotada y angustiada en la medida que su esfuerzo no se ve recompensado en su realidad, se da en casos en los que las personas han sido sometidas a escenarios muy prolongados de sobrevivencia.

Es decir la persona se esfuerza por un largo periodo de tiempo para alcanzar un objetivo y solo alcanza lo necesario para sobrevivir.

Muchas veces la depresión es el resultado de la exposición de la persona a condiciones sociales y económicas de su entorno como es el caso del llamado “Efecto Milton Friedman”. Este norteamericano creador de la Escuela de Chicago planteó un modelo económico que ha generado serios problemas sociales porque lleva al ser humano a la extrema sobrevivencia.

No es un misterio que cuando se aplica la ley del más fuerte en las sociedades, generalmente pierden los débiles, las mujeres, los niños, la tercera edad y en general la sociedad, dado que muy pocos ganan y muchos pierden.

De allí que se asocie a la doctrina Milton Friedman principios como “La destrucción de valor genera capital” en donde lo que genere valor de la sociedad se pone a la venta y genera riqueza, pero riqueza para un pequeño sector que rápidamente toma distancia en beneficios de la mayoría de la sociedad que se fractura por enormes brechas de desigualdad y de acceso a recursos vitales como la salud.

Otro de los principios que se asocia Friedman es “el Capitalismo suicida” que básicamente lo que hace es pensar en la rentabilidad a corto plazo y no en el efecto que tendrá el ejercicio comercial. Es el caso de la minería o metodologías como el fraking que generan riqueza a partir de la explotación de recursos pero desaparecen el agua y los elementos vitales que requieren las comunidades que viven en el lugar donde se aplique este principio, se trata de pensar en el ya y no en los efectos venideros o en las consecuencias a futuro para la sociedad.

En este escenario es fácil la propagación de la depresión, personas que trabajan hasta el agotamiento escasamente para sobrevivir y que no ven la posibilidad de un futuro ante la destrucción del planeta. Aquí Las personas se sienten expuestas a una amenaza permanente.

Y aunque esto les parezca grave, hay cosas peores, muchas veces la depresión como resultado del agotamiento emocional es efecto de guerras psicológicas tipo “la doctrina del schok” en donde la idea es agobiar a los ciudadanos de un país, generando situaciones de zozobra, para distraerlos y evitar que reaccionen ante el saqueo de sus recursos.

Para la muestra está el escándalo de Cambridge Analítica, quienes a partir de micro segmentación de perfiles en redes sociales causaron pánico, miedo y odio en varios países para obtener resultados electorales a partir de información falsa.

No lo duden, es un arma de nivel militar para control de las sociedades, para guerras en donde la idea es destruir la estructura emocional de la persona.

Les recomiendo al respecto consultar los trabajos de la psicoanalista argentina Nora Merlin, sobre el manejo psicológico de los medios de comunicación.

Recuerden incluso la hoy famosa “bodeguita del Uribismo”, dedicada al matoneo y a la intimidación pero ampliadas con bots y perfiles falsos para agotar emocionalmente a quien pretenda defenderse o denunciarlos.

El ejercicio es tan dañino como sencillo, pondrán sus perfiles de redes en listas de envío de información negativa que usted recibirá permanentemente, animalitos quemados, maltrato y todo cuanto ataque su estructura de valores.

Los insultos serán allí una situación recurrente. Si ese es su caso bloquee el torrente de información negativa que llega a su muro, puede estar siendo víctima de uno de estos ataques a su estructura de valor. Recuerde, son Sicarios psicológicos.

Recuerde también quienes estaban detrás de la famosa Bodeguita, familiares de narcotraficantes, paramilitares y delincuentes informáticos entre otros, ahí no va a encontrar referentes de los valores de la sociedad, al contrario, pretenden destruir los valores de la sociedad para hacerse un lugar en ella, tal cual lo hacía Pablo Escobar.

Y aplican este juego hasta llegar a lo que se conoce como “indefensión aprendida”, en donde la persona simplemente se rinde emocionalmente, se deja robar y matar si es necesario para acabar el suplicio.

Como ejemplo de ello está el caso de los judíos en los campos de concentración que aunque superaban en número a los alemanes que los vigilaban no coordinaban acciones para zafarse del genocidio.

Estaban emocionalmente vencidos entregados a su suerte, esa es la indefensión aprendida.

Cómo salir de esta situación? Afortunadamente la humanidad ha construido conocimiento al respecto desde múltiples latitudes,

Ya John Steinbeck, periodista durante la gran depresión de los años 30, nos describe en su novela Las “uvas de la ira” que frente a los ataques a nuestra estructura de valor hay dos opciones, o la ira o la depresión, o reaccionar y defender su estructura de valor o invalidarla

Cómo salir de estos escenarios depresivos entonces? Primero desintoxiquese, cambie el ambiente tóxico en el que se encuentra, deje de ver televisión, bloquee información tóxica que le llega por redes y si es del caso apártese de personas que puedan estar causando ese efecto.

En segundo lugar alimente su cerebro, tenga una buena lectura a mano, rodéese de personas constructivas, dese premios incluso, una buena comida lo puede beneficiar.

Enséñese logros a su cerebro, aquí el deporte es fundamental, establézcase metas y mejore su monologo interior, ese monólogo de usted con usted, debe ser positivo, anímese a alcanzar metas, el ciclismo y el trote en las montañas de Boyacá serán excelentes consejeros.